Por fin, la solución a un largo período de intentos fallidos.

Mi nombre es Carolina Chaves, como Asesora de Seguridad Alimentaria en CEK; visito periódicamente a mis clientes para darles acompañamiento en sus distintos procesos. Hace poco tiempo, en un cliente de la industria Avícola, realicé una prueba de un químico, con el fin de tratar una oxidación en una estructura, misma que debíamos eliminar lo antes posible para que no continuara transfiriéndose a otras áreas.  

Al hacer un recorrido por su planta, me percaté de una mancha que tenía uno de sus equipos, era una mancha oscura, como color café- naranja (como herrumbre); al frotarla no se quitaba, así que, le consulté al encargado de calidad, quien me comentó que de hecho tenía la intención de hablar conmigo al respecto. 

Era un equipo importado, muy costoso y el químico que estaban aplicando para limpiarlo lo estaba manchando. A él ya le habían llamado la atención, pues el equipo era delicado, le solicitaron tener mayor cuidado y que resolviera el problema lo antes posible. Él estaba muy preocupado, sentía que lo iban a sancionar, porque esta mancha se extendía por dentro y por fuera del equipo.  La máquina quiebra el huevo entero, saca la yema y la clara de la cáscara, lo traslada a través de tuberías para ser procesado y empacado como “huevo líquido”; si no le daba una solución se formarían calcificaciones que afectarían la inocuidad del huevo y la calidad del producto final, con posibles pérdidas económicas importantes para la organización.

Coordinamos una próxima visita para valorar el problema, realizar pruebas y darles una solución. Al realizar el análisis, se determinó que el producto que estaban utilizando para limpiar y dar mantenimiento no era el adecuado, pues funcionaba bien para eliminar la mancha de agua (gota seca), pero no funcionaba bien para las manchas dejadas por el proceso de hacer huevo líquido, que era el problema principal.

Le pedí a mi cliente que me permitiera visitarles de nuevo, ya que, deseaba realizar una prueba con uno de nuestros productos, del cual estaba segura solucionaría su problema, por su eficiente acción química.  Mi cliente estaba muy escéptico, pues decía riendo: “diay prueben, pero yo no creo que quite la mancha, ya he probado muchos productos y nada logra quitarlo”.  

El día de la prueba, se sumó el jefe de producción y el operario encargado de la limpieza de los equipos. Empezamos a probar concentraciones con el producto que yo creía era el más indicado y le pedí al encargado de la limpieza que lo aplicara mientras le explicaba la forma correcta de utilizarlo, al cabo de unos minutos la mancha se quitó del todo. Cuando el operario vio cómo quedó el panel se sorprendió muchísimo y se volteó a mirar al jefe de calidad diciendo: “¡mire jefe sí se quita! ¿lo podré usar para limpiar mi carro?” dijo riendo, mi cliente, el jefe de calidad; asintió con la cabeza, totalmente asombrado. Finalmente, estaba muy contento porque nuestro producto vino a traer solución a este largo periodo de intentos fallidos, incluso se dieron cuenta que les podría funcionar en otros equipos, con situaciones similares. 

De esto ya hace aproximadamente 1 año, no han tenido más problemas por manchas, y en nuestras visitas de seguimiento hemos comprobado que el problema se solucionó completamente.  Esto ha sido muy satisfactorio para nosotros, el saber que pudimos encontrarle una solución eficaz y eficiente a nuestro cliente, además cumplimos con nuestra Promesa: Brindando soluciones… Creando confianza.   

Carolina Chaves González

Asesora de Seguridad Alimentaria

CEK Costa Rica

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