Hace muchos, muchos años atrás, comenzaron a circular noticias en USA, que los flurocarbonos eran perjudiciales al medio ambiente, porque dañaban la capa de ozono. En esos tiempos, nosotros teníamos un aerosol de nombre Fluorosolv que tenía ese ingrediente y servía para ser usado en computadoras y en todo equipo electrónico.
En Centroamérica era nuestro tercer o cuarto producto en ventas, en otras palabras, era todo un éxito y sus proyecciones eran excelentes. Teníamos 2 alternativas:
- Ignorar esas noticias, porque en esta región esas limitantes se introducirían hasta muchos años después.
- Cambiar el producto por otro, pero que en su defecto duraba más secando, esto podría ocasionar que muchos clientes se pasaran a la competencia, más aún, que en ese entonces no existía tanta conciencia ecológica.
La opción 2 era una decisión bastante riesgosa, podría significar perder ventas e ingresos, posiblemente hasta tener en contra a una parte de la fuerza de ventas, y a muchos de nuestros clientes. Sin embargo, en nuestra mente, pesaba más defender nuestros principios ecológicos por proteger el medio ambiente.
Fue así como a toda costa implementamos el cambio de producto. En ese entonces, sin saberlo, esos principios eran ya parte de nuestro ADN Corporativo; hasta formar parte de lo que hoy es nuestra promesa, nuestros valores y NUESTRA RAZÓN DE SER, y fue así como con pequeños cambios «Contribuimos con heredar un mundo mejor».
