Cómo el acompañamiento técnico en tratamiento de aguas industriales redujo fallos y recuperó la eficiencia de una operación crítica en El Salvador

En El Salvador, una reconocida operación industrial enfrentaba un problema silencioso, pero profundamente costoso: fallos constantes en sus sistemas de refrigeración. A pesar de contar con un proveedor que entregaba productos químicos para el tratamiento del agua, los resultados eran mínimos y las consecuencias operativas, cada vez más graves.

El caso revela una realidad que viven muchas industrias de la región: un tratamiento de aguas mal aplicado no solo pone en riesgo la infraestructura crítica, también afecta la eficiencia energética, dispara los costos operativos y reduce la vida útil de los equipos.

En este blog, te contamos cómo el equipo técnico de CEK abordó esta situación y logró, en menos de un año, reducir en un 25 % los mantenimientos correctivos y recuperar la estabilidad operativa de los sistemas de refrigeración industrial.

El problema: fallos recurrentes, mantenimiento sin control y falta de respuestas

La empresa operaba con torres de enfriamiento que forman parte de su sistema de climatización y refrigeración industrial. Estas torres dependen del uso adecuado de químicos que controlan la incrustación y la corrosión causadas por los minerales del agua.

El proveedor anterior utilizaba una estrategia basada en la saturación de químicos. En lugar de realizar visitas frecuentes o seguimientos técnicos, aplicaba productos en exceso para que duraran semanas o meses sin ser revisados. Esto generaba el efecto contrario: incrustaciones aceleradas, corrosión y pérdida de eficiencia en el intercambio térmico.

Lo más grave no eran los errores técnicos, sino la falta de acompañamiento. Ante las consultas del cliente, las respuestas eran evasivas, incompletas o simplemente no llegaban. Con el tiempo, la confianza se deterioró y los costos aumentaron sin un rumbo claro.

El enfoque CEK: diagnóstico técnico primero, producto después

Cuando CEK fue considerado como alternativa, el enfoque fue completamente distinto. En lugar de ofrecer de inmediato un catálogo de productos, se propuso realizar un diagnóstico técnico integral.

El análisis reveló que muchos de los parámetros estaban fuera de rango, los equipos mostraban signos visibles de incrustación, y el diseño de ciertas líneas de purga comprometía la eficiencia del sistema.

Los técnicos de CEK identificaron además que la combinación de productos estaba mal balanceada. Algunos químicos utilizados eran efectivos contra la incrustación, pero altamente corrosivos si se usaban en exceso. Otros estaban mal dosificados y provocaban acumulaciones innecesarias de residuos sólidos que terminaban en los intercambiadores de calor, forzando paros constantes.

Solución gradual, técnica y acompañada

Frente al panorama, CEK propuso una solución gradual, clara y responsable. Se diseñó un plan de acción basado en tres principios:

  • Corrección de parámetros

    Se ajustaron las dosificaciones de químicos, basados en lecturas semanales, y se estabilizó el sistema de tratamiento.

  • Supervisión técnica constante

    Dos especialistas monitorearon semanalmente los equipos más críticos, en especial las torres visibles desde la sede administrativa central, donde la exigencia del cliente era mayor.

  • Comunicación transparente

    Cada recomendación fue explicada con evidencia técnica y cada ajuste fue consensuado con los encargados operativos.

Desde el inicio, se aclaró que los resultados no serían inmediatos, pero sí progresivos y sostenibles.

Resultados: reducción de fallos y mayor control operativo

En pocos meses, los resultados fueron evidentes. La frecuencia de mantenimientos correctivos se redujo en un 25 %, y los indicadores de eficiencia operativa mejoraron de forma clara.

El cliente también recuperó el control sobre sus sistemas. La comunicación técnica fluye con mayor claridad, las inspecciones son periódicas y los problemas se abordan de forma preventiva, no reactiva.

Más allá de lo técnico, la empresa siente hoy un respaldo real. Sabe que cuenta con un proveedor que está presente, que da seguimiento y que responde con hechos, no con promesas.

Lecciones para otras industrias

Este caso demuestra que el éxito en el tratamiento de aguas industriales no depende exclusivamente del producto, sino del acompañamiento técnico, del seguimiento, y de una cultura basada en datos, comunicación y criterio profesional.

Empresas que dependen de sistemas críticos como refrigeración, climatización o calderas deben prestar especial atención a los siguientes puntos:

  • Diagnóstico antes de la aplicación: ningún químico puede resolver un problema mal comprendido.
  • Supervisión periódica: confiar en dosificaciones «largas» sin seguimiento puede ser más caro a largo plazo.
  • Equilibrio químico y técnico: no todo producto que limpia es seguro; las combinaciones deben ser ajustadas al contexto de cada sistema.
  • Confianza construida con presencia: un proveedor confiable no es el que más promete, sino el que está cuando se le necesita.

¿estás recibiendo un producto… o un acompañamiento?

Muchas empresas enfrentan hoy fallos constantes y altos costos operativos sin saber que el verdadero problema está en cómo están tratando el agua de sus sistemas.

En CEK, no solo entregamos soluciones. Acompañamos el proceso desde el diagnóstico hasta los resultados.

Si tu operación está enfrentando paros, sobrecostos o incertidumbre técnica, quizá no necesites más químicos. Necesitás un equipo que se quede contigo, incluso cuando todo parece complicado.

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